Jordi Bolea, coordinador del Grupo de Trabajo de Economía Circular en Construcción de GBCe (Green Building Council España, o Consejo para la Edificación Sostenible en España), aporta su reflexión sobre cómo las actuales estrategias de economía circular contemplan la construcción y la rehabilitación de edificaciones y entornos construidos. Lo hace en nuestros “Diálogos para un Congreso” previos al III Congreso ITE+3R en el bloque dedicado a la construcción y economía circular.
Bolea considera que la economía circular en el sector de la edificación en España está en un estado incipiente. “Cuando hablamos de economía circular en este país muchas veces estamos hablando de la gestión de residuos y no de la manera de hacer más duradero un activo como es el entorno construido. En España lamentablemente no hay un gran surtido de sistemas constructivos capaces de responder a las necesidades de las empresas constructoras o promotoras y estas tampoco se ven necesitadas de este tipo de soluciones constructivas porque el público tampoco lo pide”, opina Jordi Bolea. Según el coordinador del Grupo de Trabajo de Economía Circular en Construcción de GBCe nuestro código técnico ofrece muchas barreras a la economía circular y hay que modificarlo, incluso la ley de Ordenación de Edificación.
Tras explicar en el siguiente video cómo se debe contemplar la economía circular, empezando por la planificación urbanística y terminando por el desmontaje (que no derribo) habla de legislaciones que existe a nivel internacional y que han favorecido mucho la reintegración de materiales en nuevos edificios.
Respecto a la iniciativas que se están llevando a cabo desde la comisión de economía circular de GBCe se remonta a 2017, año en el que publicaron un manifiesto en el que se definía cuáles debían ser las acciones a desarrollar para implementar la economía circular; en 2019 publicaron un documento sobre indicadores de economía circular para facilitar la manera de medir su evolución en el sector de la edificación, además de organizar una serie de debates con toda la cadena de valor del proceso constructivo para intercambiar puntos de vista sobre las barreras que impedían implementarla; en la actualidad, participan a nivel internaciones en el desarrollo de la herramienta Level(s), un nuevo marco de evaluación voluntario para mejorar la sostenibilidad y conducir la demanda hacia mejores edificios en Europa. Proporciona un enfoque común en la Unión Europea para la evaluación de la sostenibilidad del entorno construido.
Sobre cómo debería enfocarse la transformación de la edificación y de las ciudades en un contexto de Economía Circular Jordi Bolea opina que es muy complejo, cuando ya se tiene una estructura montada, remodelar o modificar. “Distinguiría entre qué hacemos con la ciudad construida y cómo planificamos la nueva ciudad. Una de las primeras acciones debería ser intentar informar, sensibilizar y formar a las personas para que hagan un mejor uso de su edificio y con conocimiento de causa acudan a las ayudas tanto financieras como fiscales que debe haber para rehabilitar el parque construido. Y por otro lado, en la edificación que es pública, convendría concienciar al ciudadano que es usuario de estos edificios de que hiciera un buen uso de este bien que tiene en alquiler. Por lo que respecta a la ciudad que todavía no está construida la responsabilidad está en el planteamiento urbano y es una responsabilidad política. Aunque lamentablemente no estamos trabajando en planificación urbanística con criterios de economía circular, estamos pensando todavía en ciudades muy espesas, muy densas y poco pensada para flexibilidad, y hasta que no cambien las normas urbanísticas es difícil implementar una economía circular”, opina el coordinador del Grupo de Trabajo de Economía Circular en Construcción.
En relación al III Congreso ITE+3R que se celebrará en otoño en Ávila, nos propone dos temas para debatir en el mismo: analizar la cadena de actores que participan en el proceso constructivo y ver cuáles son las barreras de relación entre ellos y cómo resolverlas; y el segundo sería poner en el centro al usuario del edificio.