Nuestros “Diálogos para un congreso. Espacio de reflexión sobre desarrollo sostenible, agendas urbanas y descarbonización de las ciudades” previos al III Congreso ITE+3R han contado con la participación de María Pardo, directora general de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo de la Junta de Castilla y León. La directora general ha participado en el bloque en el que tratamos sobre la descarbonización del parque edificado de las ciudades, cuyo objeto es reflexionar sobre la ERESEE 2020 como el principal instrumento de referencia y cómo debería enfocarse su despliegue y el seguimiento de sus resultados.
A juicio de María Pardo la ERESEE 2020 se ha convertido en un documento de referencia para las administraciones públicas cuando quieren aplicar una política para conseguir los objetivos de descarbonización. “Lo que la estrategia nos ofrece a las administraciones es toda la documentación y todos los datos que necesitamos, todo el diagnóstico para no equivocarnos en la lucha contra el cambio climático. Pero además es un instrumento al servicio del ciudadano, de la sociedad civil, ofrece una información tan valiosa que cualquier ciudadano que quiere acceder a esas medidas que van a surgir fruto del cumplimiento de esa política contra el cambio climático tiene que conocerla”, asegura la directora general de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo de la Junta de Castilla y León, quien desataca cinco grandes aportaciones de la estrategia en el siguiente vídeo.
Sobre las iniciativas en las que participa desde su área y que deberían conocer todos los congresistas con respecto a la ERESEE 2020, Pardo destaca la estrategia de regeneración urbana propia que tiene la Junta de Castilla y León desde el año 2016, y que está claramente en la línea de las estrategias que desde el año 2014 se vienen aprobando en el Ministerio a largo plazo. “Esta estrategia propia es un documento guía que sirve para orientar a cualquier administración pública y a cualquier particular que quiera interesarse por al regeneración, la rehabilitación y la renovación urbana. Creo que es importante conocerlo, saber que tiene unos indicadores muy positivos que sirven para después implantar áreas de regeneración urbana en nuestra comunidad”, dice la directora general de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo de la Junta de Castilla y León, para explicar además otras interesantes iniciativas de la Junta de CyL: unas convocatorias de eficiencia energética vigentes desde el año 2015 que van a ser reforzadas; las áreas de regeneración urbana y rural (ARUs), un instrumento de las administraciones al servicio de los ciudadanos para mejorar la calidad de vida tanto a nivel de barrio como de edificio particular, individual o colectivo; y las medidas ejemplarizantes llevadas a cabo por la administración para que los particulares sean conscientes de que la rehabilitación no es una cosa sólo de ellos sino que implica a todos los sectores, públicos y privados, entre otras la puesta en marcha de un programa para rehabilitar energéticamente promociones de viviendas pertenecientes al parque público de alquiler de Castilla y León.
La directora general está convencida de que la ERESEE 2020 tiene todo lo que las administraciones necesitan saber, pero que necesita fondos. “Lo que realmente de falta a la estrategia, y al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, y a la Estrategia de Regeneración Urbana de Castilla y León, son fondos. En este momento tenemos claro cuál es el objetivo e incluso cuáles son los medios. Lo que necesitamos ahora es una legislación favorable, que se alinee en esta senda de la descarbonización y dinero para ponerla en marcha. Es probable que eso venga con los fondos europeos. El dinero europeo en el ámbito de la construcción viene por y para la rehabilitación, constructiva y energética”, explica María Pardo.
Sobre el III Congreso ITE+3R y en dónde se deberíamos centrar en él el debate sobre la ERESEE 2020, María Pardo, opina que es un espacio interesante para actualizar la estrategia, conocer innovaciones tecnológicas y propone dos temas a debatir: la rehabilitación energética en el entorno rural y de las medidas concretas para paliar la pobreza energética para las familias más vulnerables.
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